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Como afecta el cambio de horario a la productividad

Llegamos al punto del año en que las agujas del reloj cambian para entrar en el horario de verano y con ello el desajuste del cuerpo durante unos días y la polémica que se genera cada semestre desde hace un tiempo el Congreso plantea adoptar la hora de Londres para racionalizar los horarios, ya que tiempo oficial no coincide con el solar aunque reconoce que cambiar las costumbres es difícil.

 

En Canedo Abogados pensamos que es difícil, pero no imposible, ya que deberíamos hacernos las siguientes reflexiones, ¿nos interesa tener jornadas de trabajo maratonianas, baja productividad laboral, comidas y cenas tardías respecto al resto de Europa, menos tiempo para la vida personal y el descanso y  problemas de conciliación familiar? Estas son sólo algunas de  las consecuencias que, según el informe que ha aprobado la comisión de igualdad  en el Congreso de los Diputados, se derivan del sistema de horarios irracional que padece España.

El informe sostiene que volver al huso europeo occidental ayudaría a corregir este desajuste. Como nuestra hora oficial no se corresponde con la hora solar, nuestras costumbres están alteradas.

Desde Canedo Abogados les explicamos el motivo por el cual nuestro huso horario es el europeo central. En 1884 se celebró en Washington una conferencia internacional para establecer una medida del día universal, de manera que el mediodía oficial se aproximara todo lo posible al mediodía solar, es decir, el momento en el que el astro se sitúa en el punto más alto sobre el horizonte sur. Desde ese momento, el meridiano de Greenwich quedó fijado como referencia para establecer los husos horarios en todo el mundo. España se ubicó en el huso europeo occidental, el mismo que Portugal, Reino Unido y Francia, con una hora de diferencia respecto a los países de Europa central. Pero en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, Alemania impuso el huso central a Francia y, en paralelo, Reino Unido, Portugal y España decidieron atrasar también sus relojes por diversas razones bélicas En 1945, al terminar la guerra, tanto Gran Bretaña como Portugal volvieron al huso horario occidental, el que les corresponde según el meridiano de Greenwich, pero no lo hicieron así Francia ni España.

Francia decidió no hacerlo porque una gran parte de su territorio se sitúa en el huso central, mientras que España no cambió simplemente porque Franco decidió no hacerlo, pese a que la inmensa mayoría de la Península está ubicada geográficamente en el huso occidental. Este hecho histórico explica en parte por qué en este país se come y se cena más tarde que en el resto de Europa. Según la hora oficial, almorzamos sobre las dos de la tarde y cenamos a las nueve de la noche, pero según la hora solar lo hacemos como el resto de los europeos: a la una y a las ocho.

Vivir por delante de la hora solar tiene consecuencias nefastas en nuestra calidad de vida porque si comemos a las dos y cenamos a las nueve, deberíamos empezar a trabajar a las diez de la mañana, eso sería lo lógico, pero no lo hacemos, sino que empezamos temprano y alargamos la mañana demasiado, con lo que hay que hacer una pausa para tomar algo para aguantar hasta la hora del almuerzo y  así perdemos tiempo y por la tarde hay que hacer más horas, lo que termina repercutiendo de manera perjudicial a nuestra vida personal y familiar.

Desde Canedo Abogados animamos a los empresarios que estén en contra de volver al antiguo huso horario, que piensen que cambiar los horarios no solo no es perjudicial sino que aumenta el rendimiento de los trabajadores y su satisfacción personal al poder conciliar vida personal, vida familiar y vida laboral, esto sin ningún género de duda les lleva a ser los trabajadores mas rentables del mercado laboral.

Pero para eso no bastan las acciones aisladas, y así lo recoge el informe del Congreso. Hay que introducir todo tipo de medidas para fomentar el cambio. Por ejemplo, establecer beneficios fiscales o dar más puntos en los concursos públicos a las empresas con horarios flexibles y planes de conciliación, intervenir en los horarios escolares o igualar los permisos de maternidad y paternidad.

Desde Canedo Abogados esperamos que este artículo nos lleve a la reflexión de que un pequeño cambio en nuestras costumbres puede aportarnos grandes beneficios a nivel laboral, personal y familiar y así conseguir mejorar nuestra calidad de vida.

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